medicación para dejar de beber
Cuando una persona decide dejar de beber, suele pensar en la medicación como la solución inmediata. Y sí, en muchos casos, los fármacos pueden ayudar a reducir la ansiedad, controlar los síntomas del síndrome de abstinencia o evitar recaídas puntuales. Pero confiar únicamente en ellos es como poner un parche en una herida profunda. No basta.
La raíz del problema no se encuentra en una pastilla
La adicción al alcohol, como cualquier otra, es multifactorial. Tiene raíces emocionales, familiares, sociales e incluso existenciales. Hay heridas, vacíos y patrones que necesitan ser comprendidos, no sólo suprimidos. Y para eso, la psicoterapia es fundamental.
Por ejemplo, muchas personas que beben en exceso lo hacen para calmar la ansiedad, el dolor emocional o la soledad. Si no se aborda ese malestar desde un espacio seguro, con un terapeuta especializado, la adicción puede reaparecer más adelante, aunque la medicación funcione en el corto plazo.
Terapia personalizada: el pilar del cambio duradero
Un psicoterapeuta especializado en adicciones no sólo escucha. Acompaña, contiene, propone herramientas, y sobre todo, humaniza el proceso. No hay juicio. Solo comprensión y compromiso.
En sesiones individuales, se trabaja desde la historia de vida, los vínculos, las creencias limitantes y el propio deseo de cambio. Este trabajo personalizado puede marcar la diferencia entre una recuperación superficial y una transformación profunda.
Cada persona llega al alcohol desde un lugar distinto. Algunos buscan calmar la ansiedad. Otros, apagar la tristeza. Y otros, simplemente, no saben cómo enfrentarse al vacío que sienten. Por eso la psicoterapia es tan necesaria. Porque no se trata solo de dejar de beber, sino de aprender a vivir de otra manera.
Imagina a Marcos, que empezó a beber para «relajarse» después del trabajo. Lo que parecía un hábito inofensivo, se convirtió en dependencia. Tomó medicación un tiempo, pero no cambió nada más. Al final, volvió a lo mismo. Solo cuando comenzó una terapia individual, pudo conectar con lo que realmente le ocurría: estrés crónico, presión laboral, y una profunda sensación de soledad. Fue ahí donde empezó a sanar.
La medicación puede ser un recurso útil en ciertos momentos del proceso, siempre con seguimiento médico. Pero si no va acompañada de una intervención terapéutica —humana, cercana, y adaptada a la historia de cada quien—, los resultados suelen ser frágiles. La psicoterapia ayuda a reconocer los detonantes, reforzar la autoestima, y construir nuevas formas de afrontamiento emocional.
Dejar el alcohol no es solo dejar de beber. Es empezar a vivir de otro modo. Con herramientas, con apoyo, y con un espacio donde sanar de verdad.
«No estás solo. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de valor. Si estás listo para dejar atrás el alcohol y recuperar tu vida, estoy aquí para acompañarte. Escríbeme. Empezamos juntos».
Natalia Valencia
PSICÓLOGA ONLINE
Terapia online gestión emocional y ansiedad